LA REBECA, HISTORIA DE LA PRIMERA ESCULTURA DE UNA MUJER DESNUDA EN BOGOTÁ

A finales del mes de julio en 1926, el antiguo Parque Centenario recibía la figura de una hermosa mujer tallada en mármol. Este monumento, que contaba con estanque, patos y jardines, se convirtió en el centro de la atención y la controversia de la época.

Su nombre, que significa “cautivar”, ha sido más que apropiado, pues durante más de 80 años La Rebeca ha cautivado a propios y extraños. Para algunos, especialmente para los más conservadores, la escultura fue considerada un escándalo y un ataque a la moralidad. Sin embargo, su presencia superó los prejuicios, y La Rebeca se convirtió en una de las figuras más ilustres y queridas de la ciudad.

Desde sus inicios, permitió que grandes y chicos disfrutaran de su presencia, así como de las aguas de su fuente. Durante muchos años, niños de todas partes se divertían mientras jugaban y nadaban en el estanque que la rodeaba.

Aunque tradicionalmente se ha atribuido la creación de La Rebeca a Roberto Henao Buriticá, la artista e investigadora Juanita Monsalve plantea que la escultura fue elaborada por la Marmolería italiana de Tito Ricci.

Originalmente emplazada en el Parque Centenario, ubicado al norte del centro de la ciudad en el sector de San Diego, entre las actuales carreras 7 y 13 y las calles 25 y 26, La Rebeca fue trasladada en 1958 a 20 metros al sur de su emplazamiento original debido a la desaparición del parque.

Hoy en día, La Rebeca sigue siendo un símbolo de la resistencia cultural y artística de Bogotá. A pesar de los cambios urbanos y las controversias que ha enfrentado, su legado perdura, recordándonos que el arte y la belleza pueden desafiar los límites de la tradición y la moral, y seguir siendo una fuente de inspiración y admiración a lo largo del tiempo.

Por: Milton Fabiani
Para el Diario La Piragua.

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